lunes, 28 de agosto de 2017

Tipos de suelo - Análisis y mediciones

Hola a todos los amantes de la tierra, en esta entrada vamos a comentar que datos necesitamos para conocer bien las propiedades de nuestro terreno de cultivo.

A continuación, detallaremos algunas de las características del suelo más importantes y cómo podemos medir y calcular estos datos.

PH del suelo:

Suelo Básico:

Un suelo básico o alcalino tiene el pH elevado. Recordemos que pH  mayor de 7  se consideraría suelo básico. Esta estructura de pH elevado (por encima de 8,5) otorga al suelo una baja capacidad de infiltración, una estructura pobre y una lenta permeabilidad, que se resumirá en suelos encharcados.

En este tipo de terrenos se suelen presentar las siguientes deficiencias:
  • Hierro
  • Zinc
  • Cobre
  • Manganeso


Suelo Ácido:

Un suelo ácido será aquel cuyo pH presente valores inferiores a 7.

Cuando la naturaleza de nuestro terreno es ácida se pueden presentar las siguientes deficiencias minerales:
  • Fósforo
  • Calcio
  • Magnesio
  • Molibdeno
  • Boro






Tipo de tierras:
  •  Francas
  • Limosas
  • Arenosas
  • Arcillosas





Para medir la cantidad de materia orgánica del terreno:
  • Cogemos una muestra del suelo
  • añadimos agua oxigenada
  • Observamos si aparecen burbujas
  • La presencia de burbujas indica que hay materia orgánica.


Medir pH del suelo:

Cogemos una muestra y la separamos en dos partes iguales para verterla en frascos con la misma cantidad de agua que de suelo.
 
Cogemos vinagre y bicarbonato sódico para preparar los reactivos.
Si el suelo es alcalino, al añadir vinagre, reaccionará y comenzará a burbujear la mezcla.
Si el suelo es ácido, al añadir bicarbonato sódico comenzará a burbujear.






NOTA: es importante tener la cantidad de agua mezclada con el suelo adecuada. Un exceso de agua podría provocar la no reacción de la mezcla o de forma no apreciable.

 También se pueden presentar combinaciones entre varios tipos.


¿Cómo podemos corregir el pH del suelo?

La capacidad tampón del suelo es impresionante. Esto quiere decir que se necesitan cantidades ingentes de compuestos minerales para corregir un poco el valor. Esto se reduce a costes económicos importantes, dependiendo de la superficie de nuestro jardín. Sólo se recomienda realizar estas actuaciones cuando se tienen valores de pH del suelo insostenibles, muy básicos o muy ácidos, donde se dificulta enormemente el desarrollo de las plantas. 

Corregir la acidez del suelo

Podemos utilizar 2 elementos para realizar una corrección de pH. Por un lado, estaría la cal viva y por otro, la caliza. Según el producto se utilizan distintas cantidades por lo que vamos a ponerlo de forma separada. 

Proporciones:
  • Kg/ha cal viva para corregir el pH
  • Kg/ha de caliza para corregir el pH

Estos valores son el resultado de elevar el pH los valores aportados, para una profundidad de suelo de 15 cm y en una hectárea de cultivo. 

Se recomienda no subir por encima de 6,5 y hacerlo escalonádamente:
Si se cultiva patata, el valor más aconsejable es un pH de 6.
Si el suelo es pobre, se recomienda subir de 0,5 en 0,5.
Si el suelo es fértil, es posible aumentar este valor hasta 7 y llevarlo a la neutralidad.

Para realizar estas aplicaciones tendremos que aprovechar que el suelo no tenga cultivos. En general, hay dos épocas bien definidas: otoño y primavera. En el caso de que se decida añadir cal a la tierra en primavera se deberá dejar un margen de 1 mes como mínimo entre la cal y la siembra de los cultivos.



Corregir un suelo alcalino

Veamos los elementos acidificantes así como las cantidades a añadir en nuestro terreno:

Azufre: cuando añadimos azufre al suelo, éste se oxida de forma lenta a ácido sulfúrico. Se suele utilizar mucho debido a su reducido precio. Cantidades de 0,5-1 kg de azufre por metro cuadrado consigue reducir el pH, que se irá midiendo con medidores de pH hasta obtener el valor deseado. Su efecto es lento, así que cada medio año iremos comprobando la acidez del suelo para comprobar si tenemos que añadir azufre de nuevo.

Sulfato de hierro: este compuesto consigue acidificar el suelo de forma más rápida que el azufre. Se aplica mediante agua de riego y en cantidades de 2-4 gramos de sulfato de hierro por litro de agua. La dosis concreta para bajar el pH 1 grado es de 4 gramos por L de agua, aunque lo recomendable es aplicarlo en cantidades regulables, para bajar poco a poco el pH del suelo.

Materia orgánica: la materia orgánica es rica en componentes que acidifican el suelo. En el caso de la tierra rubia, por ejemplo, tiene un pH de 3,5 (muy ácido). Normalmente por el precio se usa estiércol común, en cantidades de 10.000-30.000 kg/ha. Cantidades muy grandes pero que también aportarán nutrientes a tus cultivos.


Por último, os dejamos este video explicativo que hemos encontrado por la red, donde se detallan estos pasos:




Bibliografía:


http://www.agromatica.es/como-cambiar-el-ph-del-suelo/


http://eljardindelaalegriaenmadrid.blogspot.com.es/2016/11/calculadora-de-sombras-y-otros-sistemas.html

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